En la Galería E.Delpha de París |
Los hombres de la mar. Cimadevilla. Remos y lanchas. Y los aparejos resecándose al sol entre reflejos que la luna después siega a cuchilla.
Testero de la Rula soñando en quilla. Rosicler del poniente y sus espejos. Contradanza de lo que queda lejos de un ayer que es país de maravilla.
Ese de esas procaces sardineras que inmortalizó Sebastián Miranda y con él la legión de los pintores.
Tal que Gallego. Sumo mis quimeras a las de todos para ir de parranda en el carro triunfal de sus cantores.
Patricio Aduriz (Cronista oficial de Gijón)
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APUNTE DEL NATURAL PARA GALLEGO |
Pintor |
Jesús Gallego
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Con Patricio Aduriz |
AL BORDE DE LA NADA
En principio solo, ante un lienzo sin vida, plano y vacío, comienza lenta y tímidamente a recorrerlo con sus manos. Un leve suspiro, y al momento una idea, una vida que pugna por salir adelante. Un corazón que late ante la creación, y un alma concentrada en un sueño y un deseo. Así, silenciosamente, se sienta ante la nada, ante el desafío constante y comienza a pensar, piensa en su sueño, en su idea, en su deseo y mueve sus manos con decisión. Puede ser, en principio, quizá un torso, un rostro, una mano que brota, y junto a ella unos labios, tal vez una sonrisa, quizá una honda pena; siempre un profundo sentimiento. De la nada comienza a surgir la vida guiada por sabias manos que conducen este complejo proceso de creación. La razón se une al instinto, u sobre todo al sentimiento. Lo onírico y lo real conviven en un mismo esfuerzo por crear belleza y vida. Y al fin de cuentas ¿qué es lo que queda? Un deseo realizado, una idea transportada a través de todos los poros de su piel y conducida... ¿a la vida?... Me arriesgo a decir que sí. En todo caso la nueva creación abre us puertas a la armonía, la belleza y ... la eternidad. Y es que el artista será invocado cuando el hombre, repleto de materialismo, evoque sus sueños y se deje llevar por lo más íntimo de su alma. A él es a quien debemos recordar: él, que supo alcanzar su meta y llegar, no sólo al interior de su alma, sino a nuestro propio interior. Él abrió el paso a la vida donde era imposible concebirla; él supo creer en sus sueños y en los de toda la humanidad. Él jugó con las fuerzas más poderosas y desafió a la eternidad, ganando la batalla, porque su obra trascenderá a nuestros días. Él sintió y creó, siendo hombre, como un Dios, y gozó como humano de su creación. Él, para el tiempo y para los hombres, ha dejado un tesoro, ha dejado su huella y espera que tú la encuentres tal cual es. Ya sea en piedra, papel o lienzo, búscalo, porque ahí se encuentra, ahí cobran realidad sus sueños... Tus sueños y mis sueños... “al borde de la nada”.
A un artista, mi padre, que me deja sus sueños en cada lienzo. Sara Mª Gallego |